lunes, 16 de enero de 2012

No es tu turno, libérate.

Romanos 12:19
Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. 

Nos rodea tanto, que puede ser una rutina al hablar sin darnos cuenta. Quizás algunas expresiones son desafiantes y para ti ya son de lo más normal. Pero lo cierto es que todos lo tenemos asimilado de una cierta manera y normalmente, no somos conscientes de la nuestra, sino de la de dos demás en cómo mostramos rencor, destapando así la esperada venganza. Si eres afortunado y esto no te pasa, podrás estar de acuerdo conmigo en que dentro de tu mente, continuamente te nacen frases o ideas en que puedes identificar todo esto. 
Aprender con el mismo merecido, normalmente no surge efecto. Y cuando digo efecto me refiero a buenos, porque ¿Crees que alguien se ha sentido plenamente bien con su interior al hacer venganza?
Pero me quiero a pensar en como lo ve Dios esto, y como lo ve desde un área totalmente espiritual.
¿Crees que la venganza es como decirle a Dios: "realmente lo puedo hacer mejor que tú" "yo se qué fue lo que me hizo y cómo me siento, déjame a mí que yo lo viví en primera persona" es decir "realmente no confío en que tu puedas hacerlo mejor que yo"?. Yo puedo controlar la situación y además, como a mi me guste.

Y si no te identificas con estas palabras, piensa en cuantas veces has tomado la justicia por tu mano contestando a alguien, haciéndole alguno o incluso pensando en él/ella. Absolutamente todas son locuras, pero cuando la venganza nos nubla la vista solo tenemos un objetivo visible: vengarnos y así equilibrar la balanza, ¿no?. Pero ¿como te sientes una vez te has vengado? ¿Qué puedes pensar? ¿Te aporta paz? Realmente sería una locura decir que sí, y es que la venganza no efectiva.
Es tan simple como que Dios nos ha perdonado de todos nuestros pecados. Pero aún y así, ninguno de nosotros tenemos las manos limpias en nuestro pasado, todos le hemos hecho mal a alguien. De muchas maneras posibles, durante muchos diferentes periodos, pero lo hemos hecho.
¿Has escuchado eso de "tu no lo entiendes, él me hizo algo terrible que nunca le perdonaré"? Eso es de lo más injusto que existe. ¿Qué pasaría si Dios dijese lo mismo?

Perdonar es abandonar el deseo de venganza. Y los versículos siguientes a los que están al principio de la entrada, nos dicen que perdonar es algo más. Es desear y buscar la estabilidad de tu enemigo. Es como el algodón, no engaña: si no soy capaz de desearle el bien, quiere decir que no he sido capaz de perdonarle y aún espero que le ocurran malas cosas.
Dios no espera de mi que yo me sienta libre de juzgar, con amargura y venganza. Así que hoy quiero empezar la semana vaciando mi pesada mochila que he ido cargando y rellenando poco a poco durante tiempo. Cada día es más cansado que el anterior porque cada vez el peso aumenta.
Y tú conoces tu situación. Llevas tiempo sabiendo lo fácil que sería solucionarlo. Lo fácil que sería derrumbar todo este tiempo de amargura cargado. ¿Crees que podrías empezar por una llamada o un sms? ¿Una conversación sincera y honesta a la cara lo solucionaría? Cada vez será más agotador cargar con esas cargas que tienes, y créeme, no hay otra manera de liberarse de ellas. No te engañes. Tú y yo sabemos que no hay otra manera. Bueno sí, convivir con ellas toda tu vida y no debe ser fácil.



Te animo a que lo hagas hoy, a que perdones de la misma que Él te perdonó a ti para siempre, porque puede ser que no tengas otra oportunidad para hacerlo. Libérale, libérate.


2 comentarios:

Abel dijo...

La venganza no conlleba a nada bueno , y el perdon si , la justicia es de Dios , porque, que es lo justo para los hombres?...

Doctor Meeple dijo...

Me encanta tu blog!! No lo dejes que mola mucho!! ;)

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