sábado, 19 de octubre de 2013

Mi misión

             


Por eso, te recuerdo el deber de reavivar el don que Dios te otorgó cuando impuse mis manos sobre ti. Porque no es un espíritu de cobardía el que Dios nos otorgó, sino de fortaleza, amor y dominio de nosotros mismos.

2 TIMOTEO 1:6, 7


Cuando leo estas palabras lo primero que me sorprende es que fueron escritas para un joven pastor. Qué locura hoy día! Hemos creado algo muy distinto a la iglesia nativa y lo peor, es que no somos conscientes. Pero ¿Cúal es el don que debo reavivar? ¿Cuál es el propósito por el cual vivo? Quiero reflexionar con vosotros a cerca de esto. 
________________________________________

No soy consciente realmente de las evidencias que hay a mi alrededor. No soy consciente de que debo ser luz porque esa es mi misión por los años que Dios me regale. De hecho, es tan evidente que pasa desapercibido. Alcanzar a todo aquel que me rodea, porque por eso me rodea. 
Salir de la rutina me está permitiendo ordenar mi vida y mis prioridades. Pero me pregunto nuevamente quien soy y de donde vengo. Pues vengo de la tierra, de la simple tierra como tú. Polvo era y polvo seré, pero mientras tanto, seré usado por Dios para ganar a esta generación. Esa es la diferencia. Estoy convencido. Créeme, si Dios está dispuesto a hacerlo conmigo, imaginate contigo!

Estoy cansado, realmente cansado de haber escuchado tanto de mi sin sentido. Haber escuchado como dicen que soy, como dicen que debo ser o como dicen que seré. Te sientes identificado? Dos cosas son ciertas:
Una mentira dicha 1000 veces sigue siendo una mentira
Una mentira dicha 1000 veces se puede acabar creyendo.

Pablo sabía de Dios como era Timoteo. És más, sabia todo lo que decian de él. Pero le manda luchar y perseberar. Al fin y al cabo Pablo sabía como era el interior de Timoteo y eso es lo que importaba realmente. Puedes aparentar, pero si no tienes un corazón alineado con Dios, no puedes compartir nada de Él. No tienes nada. Ahora bien, sólo aquel que te creó sabe que puso dentro tuyo. 
No sirve de nada las otras voces que te dicen como eres i serás o lo que nunca vas a conseguir. Porque lo que esa persona puede creer que ha conseguido en 20 años, para mi Dios es posible conseguirlo i/o derrumbarlo en un instante, en un chasquido de dedos. Como dijo Pablo a Timoteo " el deber de reavivar el Don que Dios te otorgó"
 
Existe una necesidad alrededor mio, soy un herramienta y tengo el mejor Maestro dispuesto a usarme. ¿Qué necesidad tengo de escuchar a las voces que no apoyan las grandes cosas que Dios tiene para cada uno? Naciste en un lugar concreto y vives en un lugar en concreto por algo. No es azar, eso es una bobada. Dios te colocó con unos medios y una lengua en común con tus círculos para hacerlo: ser agentes de restauración de un mundo roto. 



lunes, 15 de abril de 2013

Un Jesús revolucionario. Un evangelio impactante.

Cuando Jesús se fue de allí vio a un hombre llamado Mateo, sentado en la oficina de tributos y le dijo "Sígueme!" Y él se levantó y le siguió.

Tu y yo somos lo hemos hecho sin darnos cuenta. Nuestras pasadas generaciones lo hicieron y probablemente las siguientes lo hagan. A veces me pregunto si el evangelio que tenemos hoy día es el que Jesús nos dejó. Me explico, me pregunto si la revolución que Jesús vino a despertar se ha convertido en algo únicamente escrito sobre papel y que muchos conocen de carrerilla. Me pregunto si la proposición del evangelio en sus orígenes tenía tantas barreras como los no creyentes ven hoy en día. ¿ A quién va interesarle un estilo de vida que se basa en normas de cosas que puedes hacer y no puedes hacer ? El hecho está en que cuando alguien te pregunta en que crees, lo primero que hacen es lanzar sus dudas a cerca de "lo que tu religión te obliga hacer y lo que tu religión no te permite hacer" Realmente Jesús venía con esa idea? Sin duda hay diferencias entre su visión y lo que estamos experimentando hoy en día.

lunes, 11 de marzo de 2013

¿Qué es perdonar?




Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en el cielo os perdonará vuestras ofensas.
Marcos 11:26

Las palabras previas de Jesús a esa afirmación son espectaculares. De una manera magistral nos hace comprender la dimensión que tiene la capacidad de perdonar en nuestra vida, cómo podemos conseguirlo y cuánto cuesta:
________________________________________

— Tened fe en Dios. 23 Os aseguro que si alguien dice a ese monte que se quite de ahí y se arroje al mar, y lo dice sin vacilar, creyendo de todo corazón que va a realizarse lo que pide, lo obtendrá. 24 Por eso os digo que obtendréis todo lo que pidáis en oración, si tenéis fe en que vais a recibirlo. 25 Y cuando estéis orando, si tenéis algo contra alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone el mal que vosotros hacéis


Es curioso como Jesús nos lleva a la situación de estar orando para sacar ese rencor de dentro nuestro. Y no le falta razón ya que, ¿Cuántos métodos he intentado llevar a cabo para perdonar a alguien? De poco sirve hacer oídos sordos a aquellos que me ofendan, porque sus voces siguen dentro mío alimentando al rencor que cada día me va destruyendo más y más. Jesús afirma como Dios es el único camino, otra vez, para conseguir lo imposible. Si miras a tu alrededor, ¿acaso la sociedad no está infectada de rencor y odio a causa de la ausencia del perdón y el porder del AMOR? Este es incluso un "valor" anticuado o poco realista dirían algunos. Lo cierto es que a través del Padre conseguimos perdonar, él nos capacita.

¿Y su perdón? Si alguien ofende a alguien diariamente somos nosotros al padre, y como bien afirma Jesús, el perdón del Padre está condicionado por cuánto nos perdonemos entre nosotros. Quizás a primera vista parezca algo injusto: "En el caso de que exista un Dios perfecto, ¿Cómo puede pretender que yo perdone igual que Él? Él lo tiene mucho más fácil! Es Dios!! Yo soy un mortal y me ofenden constantemente, soy alguien terrenal y mis sentimientos un dia están arriba y otros abajo!!"
Pero Dios vuelve a demostrar que es un Dios de AMOR, porque nos pide que tratemos a los demás como él nos trata: perdonándonos siempre. 

 “…soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Colosenses 3:13

Y por si no fuera poco, Dios equilibró esa balanza (incluso podría pensar que la inclinó a nuestro favor) cuando todas nuestras ofensas, todas nuestras condenas fueron PAGADAS por él al MORIR. Es decir, podemos afirmar que Dios nos pide que seamos recíprocos y justos con los demás teniendo en cuenta que a nosotros se nos regalo la ABSTINENCIA de nuestras culpas.  Si Dios nos perdona tanto, ¿cómo podemos rehusar perdonar a otros tan poco? Mateo 18:23-35 habla acerca de esto.

A pesar de todo, decides no perdonar. No estás obligado a perdonar, al igual que Dios tampoco. Pero si Él lo hace no es por afanes de venganza o resentimiento como nosotros, sino por ayudarnos a encaminarnos y hacernos pensar y reconocer cómo estamos viviendo.


La misión vuelve a ser la misma: ser más como Él.







Así que, ¡cuídense!
»Si tu hermano peca, repréndelo; y si se *arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento”, perdónalo.
Lucas 17:3-4



lunes, 12 de noviembre de 2012

Esperanza en la oscuridad.


"(...) una ciudad asentada sobre un monte no se puede ocultar..."
Mateo 5:14

A veces me pierdo en mí mismo pensando en cómo debo dar testimonio. Consigo obsesionarme y acabo por no llegar a ningún sitio o bueno, sí, al punto de partida nuevamente; no hallo respuesta.
No significa que tenga que predicar ni ir de puerta en puerta hablando a extraños sobre el "extraño Jesús" para ellos, valga la rebundancia.
Entonces, ¿ El evangelio es mucho más fácil de poner en práctica?

miércoles, 7 de noviembre de 2012

No te conformes.

Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 
Romanos 12:1-2 

Una mente renovada resulta en una vida renovada. En otras palabras, esa vida nueva que continuamente buscamos e intentamos alcanzar vendrá como fruto de haber empezado una transformación primeramente en nuestra mente.