martes, 27 de diciembre de 2011

Con todas tus fuerzas, con todo tu ser!



Marcos 12:28
 28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído discutir y sabía que les había respondido bien, le preguntó:    —¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
 29 Jesús le respondió:
   —El primero de todos los mandamiento es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Éste es el principal mandamiento. 
31 El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento mayor que estos.
 32 Entonces el escriba le dijo:   —Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios y no hay otro fuera de él; 33 y amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo:    —No estás lejos del reino de Dios.   Y ya nadie se atrevía a preguntarle.

Amo la música. A pesar de los gustos dispares, amo la música. Me hace sentir completo, la armonía crea sensaciones grandiosas y me hace disfrutar. Entre ella y yo hay algo más que conexión. Crear música con otros locos por ella como yo, me crea algo impalpable. Además, algunas letras emocionan, pero al fusionarlas con una correcta melodía, se multiplica por su alcance.


Pero...¿Cómo podría amar la música sin disfrutar de ella? ¿Cómo puedo amar a Dios sin disfrutar de Él?
Amarle no puede ni debe ser ningún sentimiento obligado (como puede llegar a ser el propio devocional) Creo que Jesús pretendía muy claramente dejar entender que amar y disfrutar van profundamente ligados.
Todo esto me hace entender que es extremadamente complicado ser feliz totalmente hasta que no se entregue a Dios completamente. Porque como bien dice la palabra, este mundo sólo busca la felicidad en hechos temporales y eso es contrario a entregarse a Él.
Mucho más allá de todo lo que ha hecho por nosotros, Dios merece ser amado por ser El Todo. A pesar de todo, Dios no necesita ser amado. No necesita el amor que necesito yo, sino que soy yo quien necesita amarle a Él.
Y lo que es imposible que entienda, es que Él nos amó primero cuando le dimos la espalda. ¡Gracias!
Con todas las partes de nuestro ser, con todas nuestras facetas, debemos amarle!

+ conocimiento de Él implica amarle +

3 comentarios:

Robert dijo...

"Dios no necesita ser amado" me encanta, mucha gente piensa que Dios nos creó para que le regaláramos los oídos y estar constantemente diciendo las cualidades que tiene, como si así le hiciésemos un favor... Me ha hecho reflexionar y hoy me levanto con la actitud de disfrutar de Él. Gracias Pau.

Abel dijo...

Realmente cuando Dios es el centro de tu vida aprecias en todo detalle el gozo y la felicidad , en todas las facetas de su creacion ...

Dtb.

Anónimo dijo...

Ciertamente, cuando uno ama a Dios sin disfrutar de Él, la vida carece de sentido. Y creo que es cuando salimos de una etapa así cuando apreciamos realmente un mensaje como este. Gracias por recordar que sin estar 100% con Dios, uno no disfruta realmente de las cosas que más admira de este mundo. Gracies Pau

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