Proverbios 10:24
Lo que menos desea el malvado es lo que más le sucede, en cambio al que es honrado se le cumplen sus deseos
Me suele suceder que estoy esperando con gran expectativa de que suceda algo, y no quiero contarlo. Como si el guardar un secreto sobre lo que anhelo hiciera que esto sucediera. O por el contrario, como si el decirlo me hiciese temer que la gente de mi alrededor fuera a orar para en contra mía. ¿Te ha pasado?
De todas maneras, la mayoría de cosas que no suceden en mi vida es porque no las pongo en manos de Dios. Y esto no quiere decir que no ore por ellas, no quiere decir que no las ponga delante de Él; pero la realidad es que muchas cosas no las dejo en sus manos. De esa manera, le daría el control de la situación. Y a veces pienso que, si hiciese eso, Dios haría totalmente lo opuesto a lo que quiero. Esto me ayuda a recordar que aunque lo Dios hiciese lo opuesto, no sería perjudicial para mi.
Amar a Dios sobre todas las cosas nos trae siempre beneficios. Y Nos garantiza que todo lo que pidamos nos será dado.
He sentido que el no hacerlo de esta manera, hace que mi corazón se endurezca.
Un día más, entrego esa deseo de mi vida, esa parte de mi vida que aún no ha sucedido y que no entiendo porqué. Confío en que Dios me hará tomar las decisiones correctas mediante Él. No quiero pensar en alternativas ni en millones de posibilidades que pueden ocurrir, simplemente confiar en la voluntad de una manera íntegra y diaria.
Y tú, ¿qué entregas hoy?
1 comentarios:
Me recuerda a la parábola del sembrador. Muchas veces nos creemos que somos la tierra fértil, pero tenemos muchas zonas de nuestra vida con piedras, con espinos o con los pájaros esperando. Es nuestra obligación labrar esa tierra para hacerla propicia
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