Éxodo 20:12
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.”
Diariamente faltamos a nuestros padres. Lo tenemos por costumbre el hecho de no respetar a nuestro padre o a nuestra madre en diversas ocasiones. Rompemos totalmente con el grado de jerarquía que tienen sobre nosotros. Solemos tratarles en un mismo nivel, como si estuviéramos hablando a una persona que cumple con el papel de amigo. Incluso, justificamos la edad con la falta de respeto, es decir, consideramos que es normal que una persona adolescente falte el respeto a sus padres, porque se encuentra en una edad difícil.
En muchas ocasiones no he respetado a mis padres. Por el hecho de que no estuvieran de acuerdo en una decisión, o me dieran un consejo que no quería escuchar, o no permitieran hacer o no hacer una cosa. Y por ello, me he tomado el lujo de faltarles el respeto. No me solía poner en su lugar, no solía pensar si a mi me gustaría que mi hijos, si Dios quiere, me faltaran el respeto como yo acababa de hacer. No pensaba que mis padres, adultos que son, quieren lo mejor para mí, y que seguramente hayan pasado por esa situación, donde ellos se equivocarían en su momento, después de que sus padres les advirtieran. Y sobretodo no pensaba como se podían sentir después de haberme comportado así.
En la Biblia dice que honres a tu padre y a tu madre. Respétalos. Son aquellos que Dios escogió para que en el día de hoy estuvieras en vida. Son ellos los escogidos para tu educación y formación. Son aquellos que siempre te han defendido. Aquellos que nunca se avergonzaron de ti. Si, son ellos los que se sacrifican días tras día para que puedas comprarte aquello que necesitas.Cabe la posibilidad de que en ocasiones no se comporten de una manera correcta, pero, ¿acaso no son personas como tú y como yo? También pueden equivocarse, pero que su error no justifique la falta de educación.
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