sábado, 14 de enero de 2012

Juntos lo lograremos, te amo.




Salmo 121
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.

Como introducción, esta vez creo que sería ideal que antes de leer las siguientes líneas, escuchases el tema de arriba. 
Tal vez Dios esta en realidad más cerca de lo que nosotros podemos pensar. Es en esas situaciones de caída y oscuridad donde Dios tiene la gran oportunidad de recordarnos lo mucho que realmente nos ama. El mismo que nos pone los obstáculos, nos ayuda a saltarlos. Su corazón desea hacerte crecer; desea que te aferres a Él como única esperanza real.
Y podrías pensar que es para glorificarse a Él mismo, pero no es realmente así. Él no necesita ser más glorioso de lo que es. Ciertamente sería imposible que lo fuese más. Lo que realmente mueve su corazón es que tú y yo seamos trabajados y cuidados. Porque sin ninguna de todas estas últimas cosas, nos quedaríamos en el lugar de donde provenimos: lo más bajo.

Construye tu casa en la piedra para que cuando venga la lluvia, no sea derrumbada. Construye tu día día en esos cimientos que son macizos. Busquemos a Dios y clamemos a Él; estos son los macizos.Pero ni tan siquiera me quiero fiar de mi capacidad para lograr mis objetivos o lo fuerte que puedo llegar a ser para resistir todo que me acosa. Porque al principio podré esquivar las primeras gotas de lluvia, pero al poco rato mi cabeza estará empapada al igual que mis ropas. Y habrá vuelto a ser un día en el que no he vencido, pero creo que mañana podré volver a superar yo sólo. Hoy mi sustento es Él y quiero recordarlo cada día. 
Dios te dice cosas tan asombrosas como "No puedo ignorar el clamor del afligido", y si deposito mis fuerzas en mí, cada día acabaré empapado de esa lluvia. Y yo soy ese: el perdido, asustado, empapado y confundido que quiere vencer por si mismo bajo una enfurecida lluvia sobre mí.

Jesús es franco cuando dice " venid a mí, los que están cansados y llevan carga" Y es que con esas palabras, él estaba dando a entender que íbamos a estarlo. Existe una idea entre las personas religiosa que dice que, de alguna manera, Dios busca a la gente sin problemas y que son continuamente felices. Y Jesús rompe eso con su "venid a mí los cansados".
Nuestra naturaleza pecaminosa nos a roto el camino a seguir. Estoy herido y lastimado, sin rumbo aparente. Y Dios, si Tú no me muestras el camino, si tú no arreglas las cosas, no podré hacerlo yo con mis fuerzas. Por eso clamo a ti, porque quieres que vayamos a ti CON TODO: con lo bueno y lo malo; con mis victorias y preocupaciones. Porque el que hizo los mismísimos cielos y tierra, me quiere ayudar; te quiere ayudar y abrazar protegiéndote de tu lluvia.

A pesar de mi condición, Dios siempre escucha mi clamor. 



Contigo hoy lo lograré, Papá. Sonríes, y nos dices: Juntos lo lograremos, te amo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas acerca de este mensaje?