jueves, 12 de enero de 2012

No hay mal que por bien no venga


2ª Reyes 6:33
Estaba aún hablando con ellos, cuando he aquí que el mensajero descendió a él, y le dijo: Mira, este mal viene del SEÑOR; ¿por qué he de esperar más en el SEÑOR?

No hay mal que por bien no venga. Es una frase que seguro que hemos oído cientos de veces. Y lo cierto es que es verdad. Quizás estás pasando por un momento duro en tu vida. A lo mejor has perdido tu trabajo. A lo mejor son tus padres quienes lo han perdido. A lo mejor estás buscándolo y no lo encuentras de ninguna manera. Quizás te vaya mal en los estudios. Quizás sepas que no estás haciendo nada útil con tu tiempo o con tu vida. Posiblemente estés pasando por una crisis personal o familiar. A lo mejor te desespera tu situación sentimental. ¡Pueden ser tantas y tantas cosas! Y encima viene el listo de turno y nos dice: “No hay mal que por bien no venga”. Seguramente lo último que pensemos es que tenga razón.
¡Pues sí! Ya te he dicho que la tiene! Y te diré el por qué. Resulta que no hay nada que pase por azar. Todo, absolutamente TODO lo que nos pasa, sucede porque Dios quiere que nos pase. Como has podido leer en el versículo de arriba, incluso las cosas malas proceden del permiso de Dios. Es muy probable que pienses que Dios sólo envía cosas buenas, ya que se suele utilizar a la ligera la frase de “Dios es amor”. Y aunque por supuesto que Dios es amor, precisamente porque nos ama permite que a veces pasemos por situaciones que a nuestros ojos son malas. Te aseguro que después de que eso que te está atormentando pase, y es Dios quien ha estado obrando, esa situación se convertirá a posteriori en una bendición en tu vida. Pero es clave que mientras está pasando le permitas obrar.
Confiar y esperar.

1 comentarios:

Ariel dijo...

Peridod tu trabajo???? Los trabajos no se pierden, te echan...
Espero que el tiempo de espera sea minimo, sólo el Señor sabe porque nos pasan las cosas.

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