jueves, 12 de enero de 2012

¿Cuántas veces te rindes?

Jeremías 1: 5
“Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones

"En fila, callados y con vuestro número visible". Muchas veces me he sentido como si me dijesen eso. En fila, sin destacar, y con mi número de DNI bien visible. Soy soy nadie, soy uno más.


La única diferencia con el resto es que ¡los de juventud acumulada tienen la suerte de tener un número inferior al mio! Quizás, a veces te pasa como a mí, que me siento uno más, sin que mi voz ni opinión tenga ningún peso e incluso, sin que sepan que estoy presente y me digan "Ah, ¿estabas aquí? Es que no te había ni visto, estabas tan callado..." Pero lo que más me hace sentir un vacío interior es el momento en que siento esto relacionado con Papá. A lo mejor, te ocurre en tu congregación, o en tu célula. Quizás en tu grupo de amistades íntimas con las que compartes acerca de Él. Pero donde estoy seguro que te ocurre es en tu más profunda intimidad con Dios.
Lo cierto es que somos una montaña rusa. Un día estamos en lo más alto viviendo en las promesas y privilegios de servirle que Él nos da, y el siguiente estamos cayendo en picado porque nos vemos sin uso. No vemos más que promesas "a largo plazo" y con lo que tenemos actualmente, pues bueno, no esta mal pero podría ser mejor...

Primeramente, quiero recordarte que tú no eres uno más del montón. Más bien, déjame decirte que estas en las mejores manos.¡Estás en la escuela de héroes con el mejor profesor! ¡Dios te ha elegido antes de que tus papás te tuviesen como un proyecto! Esto debería ser una de las mejores noticias para tu vida. Pero posiblemente estas palabras en este momento no estén causando un gran impacto en ti. Demasiadas veces me lo han dicho y pocas veces lo he experimentado; ¿te pasa a ti lo mismo?
Lo que le da constancia y peso a esta cita, es que fueron escritas por el mismísimo Dios para que las recuerdes. Para ese momento en el que sientas que estás en la caída libre sin nada que hacer, te agarres a ellas con todas tus fuerzas. Esto te lleva a reflexionar sobre la importancia de no rendirte. ¡¡Lucha por tus sueños y espera en Dios!! Resiste la dura situación que afrontas ahora mismo. ¡Vamos! Vuelvo pedir perdón por las veces que he querido tirar la toalla. Por ir en contra de ser un llamado de Él. Te quiero animar a cumplir el propósito para el cuál fuiste llamado, empezando por hoy mismo!
Y si tengo que pasar por prueba, desánimo, soledad o dificultades económicas, pues lo haré, porque detrás de esas tormentas vendrán las calmadas aguas y cuando vengan, espero haber sido el que Dios esperaba que fuese resistiendo y superando.

Porque te apartó de la fila, te puso sus vestiduras y te dio un nombre.

3 comentarios:

Moi y Gretel dijo...

Gracias por este comentario Pau! no sabes cuanto me sirve en estos días :)

Abel dijo...

Mmmm , me siento identificado , buena reflexion ,las promesas de Dios nunca fallan!!!

Noelia dijo...

grandes palabras!! Gracias!

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