La amistad es...

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.

Proverbios 18:24

Hemos escuchado miles de definiciones acerca de la amistad. Unas buenas y otras no tanto. En cualquier caso siempre hemos escuchado que la amistad es el segundo de los sentimientos después del amor. De hecho, la amistad es un tipo de amor, que si no se tiene no se puede saber qué es. A veces utilizamos el término “amistad” de manera equivocada. Solemos llamar amigos a aquellos que están de acuerdo con nosotros en casi todo, y cuando hay algún tipo de problema ya deja de ser nuestro amigo porque no nos apoya 100% en lo que pensamos. Déjame mostrarte lo que yo leyendo la biblia entiendo lo que es un verdadero amigo siguiendo el ejemplo de lo que Jesús fue cuando estuvo en la Tierra.

Un amigo es aquel que te apoya en tus aspiraciones, que se alegra con tus éxitos, tanto o más que tú mismo. Se alegra cuando las cosas te van bien y no tiene celos ni envidia. Un amigo no quiere dominar

, sino servir. Un amigo es el que te comprende y no busca cambiar tu forma de ser para su propio beneficio. A un amigo le encanta estar siempre contigo y no busca excusas. Un amigo se queda cuando todos se van. Un amigo es el que se queda sentado contigo cuando no tienes deseos de escuchar ningún reproche ni ningún sermón porque las cosas han ido muy mal. Un amigo es el que te consuela y sabe exactamente si hay que hablar o es mejor callar. Un amigo es quien conoce lo peor de ti, y aún así te quiere. Un amigo no pide, da. Un amigo tiene confianza para hablarte de sus problemas y confesarte sus fallos. Un amigo es aquella persona a la que puedes ir cuando hay necesidad. Un amigo perdona cuando crees que está todo perdido.

Seguramente me habré dejado muchas cosas, pero si quieres conocer más rasgos de la amistad solo tienes que ir a Jesús. Él es el mejor amigo que se puede tener y muestra una amistad incondicional. Siempre busca lo mejor para nosotros independientemente de si nos lo merecemos o no. Nunca nos abandona. Y nunca lo hará.

La amistad es uno de los mayores regalos que Jesús nos dio. Trabajémosla.