lunes, 30 de enero de 2012

Dios de poder, Dios de victoria

…para abrir ante él las puertas, para que no queden cerradas las entradas:(Isa 45:1b)
Yo iré delante de ti y allanaré los lugares escabrosos; romperé las puertas de bronce y haré pedazos sus barras de hierro.(Isa 45:2)
Te daré los tesoros ocultos, y las riquezas de los lugares secretos, para que sepas que soy yo, el SEÑOR, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.(Isa 45:3)

Este fin de semana pasado ha sido una bendición para mi vida. He tenido la oportunidad de escuchar la voz de Dios como hacía tiempo que no era capaz de hacerlo. He podido sentir su presencia y ver que mi Dios es un Dios de poder y de victoria.
Si te fijas, he dicho que he sido capaz de escuchar la voz de Dios. A lo mejor esto te choca, porque estás acostumbrado a oír decir que es Dios quién habla, y que cuando lo hace nosotros le escuchamos, ya queramos hacerlo o no. Incluso que a veces queremos escucharlo, pero que estamos esperando a que Él nos hable. Pues siento decirte que eso no es del todo así. Por supuesto que si Dios quiere hablarte sin que tu pongas de tu parte lo va a hacer, pues para eso es omnipotente y soberano, y hace lo que le place. Pero Él espera que seamos nosotros quienes nos esforcemos para oírle. ¿Y eso cómo lo hago? Es tan fácil como crear un clima de adoración y alabanza. No tiene que ser necesariamente con música, simplemente se trata de rendirte a Él y pasar un rato buscando su voz, de entrar a su presencia. Es necesario tener una actitud de arrepentimiento, de purificar nuestros corazones y limpiar todo ese pecado que sabemos que nos impide acercarnos más a Él, debemos pedir que seamos capaces de tener la mente concentrada únicamente en Él, que las preocupaciones y pensamientos que solemos tener, aguarden para después. Hemos de alabarle por lo que hace en nuestra vida y vivir por y para nosotros. A lo mejor mientras estás cantando, u orando o leyendo la biblia en ese momento, de repente ves como una imagen, o te viene un pensamiento concreto o lees un versículo que te despierta. Dios puede hablarte de varias maneras. Siguiendo estos pasos, y creando un clima de espiritualidad y verdadera adoración, te aseguro que vas a ser mucho más sensible a la voz de Dios, que si esperas sentado a que Él te hable.
Pero quiero hablarte de muros, de puertas cerradas y de cómo con poder pueden ser derribados. En los versículos de arriba nos dice que Dios puede cargarse una puerta de bronce (imagínate a ti intentado simplemente romper una puerta de madera), dice también que puede hacer pedazos cerrojos de hierro (imagínate a ti intentando reducir a polvo un filete). Es tal el poder de Dios y su fuerza, que a veces es realmente triste que dudemos de Él. Cuando dudamos es cuando Él se pone en stand by. Si tenemos fe en su poder, esos muros que hay delante de nuestro camino se van a ver reducidos a polvo de arena.
Todos tenemos frente a nosotros un muro que bloquea nuestro camino. Yo tengo ese muro. Pero Dios, después de haber entrado a su presencia este fin de semana, me ha mostrado claramente que aunque ese muro recorra un valle entero, mida seis metros y por él pueda andar un elefante, si confío en mi Dios de poder y victoria ¡Él se lo cargará!
¡Tenemos un Dios de poder y victoria! ¡Confiemos en Él de una vez!
Pero tristemente nos es más fácil que podamos confiar, si tenemos algo en qué confiar. Y si queremos tener algo en qué confiar, no nos queda otra que estar sensibles a Su voz y ver qué es lo que Dios tiene que decirnos.
Mi Dios derriba muros sólo con pensarlo.

2 comentarios:

Maria dijo...

Una reflexión muy buena:) Gracias!

Moi y Gretel dijo...

Una bendición que te haya servido :)

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