domingo, 29 de enero de 2012

Las cosas han cambiado, amig@ (I)

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida” 
Proverbios 4:23 
Hoy me aventuro a hacer la primera parte de lo que, próximamente, podremos encontrar por el blog. Empezamos a tratar un tema separándolo en dos días con el propósito de no hacer largas publicaciones en este ritmo de día que tenemos. Además, respondemos a una de las peticiones que vía mail, nos habéis hecho llegar (poco a poco las iremos contestando, muchas gracias por vuestra colaboración y esperamos más)

Me gustaría comenzar con un plato fuerte y actual en nuestra sociedad que me han propuesto. Quizás pienses que es algo enfocado exclusivamente a jóvenes, pero la realidad es que si estas casad@ tienes otra lectura de estas lineas. Es probable que no lo puedas aplicar a ti actualmente (o si) pero te quiero animar a que lo hagas pensando en tus hijos y algunas cosas para guiarles.

Respecto al versículo, Dios me pide que guarde mi corazón, eso lo tenemos claro. Pero entonces, ¿esto implica que no debemos implicar a Dios en las cosas del corazón? ¿Qué es guardar tu corazón? ¿Cómo cuidas tu corazón?
Estoy seguro de que has conocido personas que un día te dicen: “Siento que ya no amo a mi novi@, todo a cambiado" Hablo de esas personas que hace un tiempo estaban estupendamente  y “enamorados” pero que ahora dicen que todo se acabó; que se ha evaporado el sentimiento...
A lo mejor lo has vivido en primera persona, tienes un pasado así o simplemente has sido una víctima de este suceso. Te animo a reflexionar y retarnos a sanar nuestro espíritu en este tema:
Todos sabemos que las relaciones que empiezan con un "Me gustas. ¿Salimos?" No tienen mucho futuro, ¿cierto? Lo más común es que unos días después de sentir unos impulsos de atracción por alguien, no tardemos en decírselo y ser pareja. Pero, ¿En qué nos ayuda como pareja el hecho de ir de prisa y no conocernos previamente? ¿Qué esperas de tu pareja si apenas la conoces?
Creo que el tiempo es clave para un proyecto de relación. Y digo proyecto porque el tiempo de la amistad pura no es de unas pocas semanas. El tiempo de conocerse previo al iniciar una relación. 
Tener en cuenta a Dios en el ámbito amoroso, es darle las llaves de nuestro corazón (sentimentalmente hablando) para que Él sea quien permita la entrada o no. Otra manera también, es teniendo a Dios como un consejero  a quien le preguntamos que le parece nuestra decisión que vamos a tomar. Y digo esto porque probablemente, escuches lo que escuches, tu ya has tomado la decisión y vas a piñon fijo.
Déjame decirte que no hay dos Romeos para una Julieta. Esto no se trata de una competición en la que tengas que correr porque hoy hay una buena oferta. No temas por lo que nunca fue tuyo. Lo cierto es que el camino difícil es seguir la voluntad de Dios e ir a contracorriente nuestra. Jehová nos cuida y nos mima desde antes de estar en el vientre de nuestra mamá, ¿lo recuerdas? Puedes encontrar esta promesa en su Palabra:

Una cosa tengo es cierta: "Pero yo antes sentía algo y ahora ya no..." Seguiremos hablando de ello en la próxima entrada del tema.

¡Te espero!

0 comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas acerca de este mensaje?