viernes, 17 de febrero de 2012

Deseando un mar de pan.

Eclesiastés 11: 1-2
“Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aún a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.”

Me encontré con este pasaje y quise que me sorprendiese, quise ver como la Palabra es viva cada día y tiene infinitas lecciones. ¿Qué te parece si a ese "pan" le llamamos nuestro talento, nuestro servicio? 

Servicio, una palabra que a veces cansa y acabamos por no reflexionamos en ella. Nos permitimos evadimos el tema de tantas veces porque lo hemos oído y en consecuencia, también ocurre que simplemente debemos reconocer que no la ponemos en práctica como se debe. Usualmente la asociamos a los diezmos y ofrendas, al tiempo dedicado a Dios y a la obra… pero más allá de ello, hay un servicio que posiblemente no te hayas parado a pensar mucho. Y hoy quiero compartirlo.

“Echa tu pan sobre las aguas…” ¿Cómo lo ves si pensamos que Dios te pide que tires al agua los talentos que Él te ha dado? Qué mágico pasaje que ilustra nuestro “pan” en las aguas, esa agua divina, como manos de Dios que multiplican y de gran manera? "después de muchos días lo hallarás…” quizás no son días y son años, pero puestos en manos del Señor, serán usados para bendecir, para impactar las vidas de otros. Dándoles el regalo de la bendición a todos sin condición, entregándolo todo de corazón, entregando tu servicio y don al 100% porque quizás sea la única oportunidad que reciba alguien de ti. Me gusto como Valerie Gonzalez, en su explendida predicación en EsTiempo2012, pronunció lo siguiente: Quizás tú seas la única biblia que muchos vean en su vida. Y en esto me apoyo, porque "no sabes el mal que vendrá sobre la tierra" es decir, "no sabes si serás el único bien que reciba esa persona". Realmente tenemos un gran papel a llevar a cabo!
Una característica del pan es que al caer al agua se esponja y se vuelve más grande y si te lo comes en ese estado te sentirás mas lleno al comértelo. El agua para nuestros talentos también  será la práctica y el aprender a usarlos para hacer el bien, al terminar no solo nos sentiremos más plenos sino también mas preparados para utilizarlos para lo mejor.

Si utilizamos nuestros talentos para su gloria seremos instrumentos de bendición, no solo para los demás sino para nosotros mismos. Creo que esto tiene una repercusión enorme, si te lo paras a pensar...
El propósito de tener un talento especial en una o más áreas no es para que lo guardemos y los escodamos sino para que logremos cosas grandes y maravillosas con ellos. Desgraciadamente nos encontramos con impedimentos, y a veces tienen forma de personas. Se que hay mucho talento frustado, con ganas de hacer, y esas pisotean por otros normalmente, pero también con pocas posibilidades. A ti te digo que seas constante con tu trabajo, que no tengas miedo de iniciar nuevos proyectos y que sobretodo todo que trabajes cada día en él si puedes. Pero también sé que hay talentos que no han salido a la luz por vergüenza, y creo que son más que los otros que he citado. Nunca permitas que nada ni nadie te impida desarrollar tus talentos al máximo y hacer el bien con ellos. ¡No hay talento que no valga la pena! Y esto es parte de nuestra buena mayordomía como cristianos y seres humanos, proteger y perfeccionar nuestros talentos.

Él cree en ti! ¿Tú crees en ti?

1 comentarios:

Abel dijo...

Mencanta llegir sempre que puc el vostre blog , reflexions com aquesta ajudan a servir amb mes força al Senyor , com diu un amic meu , si el Senyor t´ha posat algo al cor per servirlo posau amb oració i fes-ho .

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