lunes, 26 de marzo de 2012

No depende de mí


“Con paciencia esperé que el SEÑOR me ayudará, y Él se fijo en mí y oyó mi clamor. Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó. Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el SEÑOR”.

Salmos 40:1-3 
Sentirse mal por cometer recurrentemente ese mismo pecado y en consecuencia sentirse incapaz de desprenderse de eso que tanto mal nos está haciendo, son unas de las sensaciones con las cuales muchas veces nos enfrentamos.
Y es que a veces parece que por más que queramos dejar algo, cambiar u olvidarnos de algo, simplemente no podemos, somos incapaces de lograrlo.
Intentar una y otra vez de vencer esa área de tu vida con la que diariamente luchas y no ver resultados te hace sentir derrotado, pero sobre todo incapaz de lograrlo. Antes de nada, no pretender hablar de algo sin mencionarlo; no estoy haciendo referencia a nada en concreto, ya que en cada uno de nosotros, este mensaje toma una forma diferente y nos señala a cosas diferentes. Yo sé que se siente al fallar muchas veces en el intento de superar una área, sé la sensación que hay en nuestra vida cuando nos damos cuenta que somos incapaces de lograrlo. He experimentado la sensación de derrota y en muchas ocasiones hasta de no intentarlo más y rendirme. Sin embargo a veces rendirte es la clave, si, rendirte a todo el esfuerzo humano que tú estás haciendo para superar eso que tanto trabajo te cuesta y que hasta hoy no lo habías podido lograr. Cuando nosotros nos rendimos de nuestros propios intentos de cambiar y le cedemos el lugar a Dios, y depositamos nuestra confianza en Él, es cuando realmente inicia la victoria que todos buscamos. Mediante sus armas, su palabra y hermanos se afronta de manera distinta ese ataque.
El salmista David reconoció que el ÚNICO CAPAZ de sacarlo de una situación difícil, era Dios; que no había intento humano más poderoso que lo que Dios es capaz de hacer en nosotros, cuando en Él esperamos y depositamos nuestra confianza en Él. Quizá en este momento te sientas hasta cierto punto cansado de luchar contra esa área que hasta este día te ha sido difícil de superar, quizá has llegado a pensar que no eres digno de ser hijo de Dios y en muchas ocasiones la vergüenza que has sentido delante de Dios es tan grande que has sido incapaz de orar o buscarlo.
Sin embargo hoy quiero animarte que lo busques, y a que lo hagas con un corazón sincero, reconociendo delante de Él la necesidad de que obre, y  con las palabras más sencillas y sinceras puedas expresarle lo que necesitas que Él haga. 
Sabemos que que Dios escuchara tú clamor y comenzará a actuar en tú vida. Solo deja que esta vez sea Dios quien actué, deposita tu confianza en Él, tú voluntad, tú deseo, tus fuerzas y todo aquello con lo que has luchado hasta este día y no has podido vencer esa área. Busca un encuentro con Dios.

Aumenta nuestra Fe, haciéndonos dependientes de ti. Haznos cada día más el siervo que tú esperas de nosotros. 

2 comentarios:

narinnan dijo...

:)

estella dijo...

Cada vez Que los Leslie son de mas BENDICION x mi gracias

Publicar un comentario

¿Qué piensas acerca de este mensaje?