miércoles, 13 de junio de 2012

¡No me señales!




Mateo 7: 3-5
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

 Nos fijamos en los errores de los demás, pero somos incapaces de reconocer nuestro propio error. 
Personalmente cuando viajo en autocar me encanta escuchar aquellas conversaciones en las que están criticando a alguien, porque piensan que estan haciendo algo constructivo; "únicamente explico lo que pasó"...Hay un paso muy pequeño entre el compartir y el criticar.

Para introducir este tema podemos tener en cuenta varios versículos de la Biblia donde habla de la lengua, como sería:

-Salmos 34:13 Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.

-Proverbios 18: 20-21 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.  

-Santiago 3:5"Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!"

Debemos de tener en cuanta el uso que le damos a nuestra lengua, ya que es el único miembro del cuerpo que no podemos controlar con tanta facilidad. Si confesamos tener a Dios en nuestra vida...nuestra lengua no puede mostrar lo contrario. 

Lo que quiero deciros con esto es que debemos de limpiar nuestro corazón antes de señalar el corazón de otro. Debemos cuidar nuestra relación con Dios antes de mirar la relación que tiene el de tu lado. Porque la crítica también puede dar lugar al juzgar: 

Mateo 7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.

A veces solemos confundir la crítica con un acto constructivo pensando directamente en el versículo: Levítico 19,1-37“Reprende a tu prójimo cuando debas reprenderle. No te hagas cómplice de su pecado. Pero este versículo no dice que vayas criticándole y señalándole sino que te acerques a él y le digas en que se ha equivocado para que pueda rectificar. En Mateo dice" “Si tu hermano peca, llámale la atención a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o como un publicano. Este es el proceso que debemos seguir, no inventarnos el paso de criticarle por las espaldas, ya que este comportamiento no es constructivo sino te PERJUDICA TANTO A TI COMO A LOS QUE ESTAN A TU ALREDEDOR.



 

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