El poder de la oración

Isaías 55:9 

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Cuán importante es la oración y que poca utilidad le damos. La oración no consiste en un simple hábito si no es la manera de comunicarnos con Dios, entre muchas otras, sin que nadie medie entre medio pudiendo impedir que podamos hablar y compartir con Él.

En 2 Crónicas contiene una de las historias más emblemáticas de la Biblia, donde muestra el poder de de la oración. En aquellos tiempos se proclamó la guerra contra Josafat, rey de Judá, ante el cual se presentaba un gran ejército contra él. Los habitantes de Juda se reunieron pidiendo socorro a Dios, junto con Josafat. Dios respondió a la oración que de éstos diciendo “Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios”. Éstos confiaron en las palabras de Dios, cantaron y alabaron a Dios mientras los hijos se Amón y Moab se acercaban para el inicio de la guerra, pero éstos no pudieron conseguir la victoria frente el pueblo de Judá, ya que  “Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros”. 

La oración es poderosa pero debemos tener fe. Tenemos que confiar en su palabra a pesar de no entenderle en muchas ocasiones. En Isaias 55:9 dice “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. Dios conoce cada minuto de nuestras vidas, conoce todos nuestros pensamientos, conoce todas nuestras debilidades, nuestros gustos, nuestros miedos, nuestras tristezas y alegrías. Es nuestro Creador, y fue Él quien creó el cielo y la tierra, fue Él quien creó toda la complejidad que reúne el ser humano..¿y aun así dudas de su poder?

La historia de Josafat acaba con un premio de Dios, donde el pueblo pudo recoger todas las riquezas que quedaron entre los solados muertos en el campo de batalla, recogiendo una gran fortuna, en el que tardaron tres días en recoger todo el botín, “viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho. Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho”.

La oración tiene más poder del que podemos imaginar. Cualquier cosa que pongas en oración Dios responderá, y en algunas ocasiones no será lo que esperábamos, pero como decía en Isaias Él tiene más conocimiento que nosotros, confiemos en Él.