martes, 8 de mayo de 2012

La tentación


 

1 Pedro 5:8 
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

Es cierto que pecamos a diario. Diariamente mentimos, juzgamos, maldecimos, insultamos, etc., fácilmente caemos en el error, y nos es difícil cumplir con todo aquello que indica Dios.

Antes de cometer un pecado entra en juego la tentación, siendo aquello que nos seduce, nos agrada y nos invita a que erremos y nos equivoquemos una vez más. En ocasiones señalamos a Dios como máximo responsable de la tentación, pero en realidad la tentación no proviene de Él si no de Satanás y de nuestros propios deseos. Dios no tienta, no es capaz a invitarnos a caer en pecado pero sí que permite que caigamos ya que somos libres, dándonos libertad para escoger. 

Cuando pecamos solemos señalar a alguien como máximo culpable; un desconocido, un amigo, un familiar o incluso a Dios. Pero, como ya dije hace unos días, debemos de aceptar nuestra propia culpa, debemos de aceptar que hemos errado porque no hemos sido lo suficientemente fuertes para poder aguantar la tentación. ¿Cómo evitarla?
En la Biblia dice: “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”, es decir, debemos tener sabiduría y conocer cuáles son nuestras propias tentaciones, y evitarlas acercándonos a Dios. No olvidemos Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” la finalidad de Satanás es que caigamos y nos frustremos, para que nuestra relación con Dios se enfríe. Conoce nuestra debilidad y ataca en ella. Por ello nuestra relación con Dios debe de ser fuerte, debemos de trabajar nuestras debilidades para saber cómo evitarlas y huir cuando nos encontramos ante ella. 

Es cierto que a diario caeremos en pecado, pero no debe de frustrarnos e impedir que sigamos con nuestro camino. Nuestro arrepentimiento debe ir seguido de aquel pecado, por ello no debemos de seguir lamentándonos y castigándonos por lo sucedido, ya que Dios perdona a todos aquellos corazones arrepentidos. Siendo este el incentivo para acercarnos más a Dios, ya que significa que no hemos estado al 100% con Él, debiendo de mejorar y madurar nuestra relación con Dios. 

En Lucas cap. 15 podemos ver la fiesta que organiza el padre de aquel hijo que no fue responsable con lo que se le entregó, pero que se arrepintió delante de su padre. Dios celebra cada arrepentimiento, celebra cuando tu corazón es quebrantado, celebra cuando optamos por una actitud de corrección.

Nos encontramos en una guerra en la que nosotros somos soldados, y debemos de combatir hasta lograr la victoria aunque en muchas ocasiones sea difícil. 


8 comentarios:

Josu dijo...

Me ha gustado mucho cuando has comentado que el pecado debe de ser nuestro incentivo a mejorar, ya que quiere decir que no estamos en una relación al 100% con Dios.
Mejorar y madurar.

Buena publicación Alex.

Alex Prats dijo...

Gracias por compartir tu opinión. Te animo a que sigas a diario los devocionales, ya que en cada uno de ellos Dios puede sorprenderte como hoy ha hecho en relación con aquella frase.

Un abrazo.

Samuel dijo...

Ese final me recuerda a esta canción.

http://www.youtube.com/watch?v=dQka059_LL4

Alex Prats dijo...

Gracias por compartir esta canción :)

Abel dijo...

Buena reflexion , nos ara bien a todos los lectores de entre la espada y la vida , un dia + gracias por vuestros devocionales .

Alex Prats dijo...

Es la finalidad del BLOG!

Gracias por seguirnos Abel :)

Mireia Gordo dijo...

Muy bueno Alex! Debemos estar siempre despiertos y conocer nuestras debilidades y revestirnos de la armadura de Dios para protegernos y defendernos de los ataques del enemigo y eso solo es posible estando cerca del Padre cada dia.

Gracias.

Pau López ⑪ dijo...

"(...) y eso solo es posible estando cerca del Padre cada dia."

Gracias Miiree :)

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